ARCHIVO 444

Volar saltamontes en el hechizo de la noche, mágico rocio del abrigo húmedo.

Que del capullo nacen para crecer y expandir sus alas de colores, huracanes de interconectados, cuerpos celestes con olor a nardo.

Templos cálidos donde habitan las corrientes, puntos de mágicas flores donde descansan sus pistilos abrigando el cuerpo al desnudo de la vida.

Saltamontes con los brazos extendidos tocando el cielo y enraizados con la tierra

Ansiosos de volar por otros cielos, cerrando los ojos y salivando manantiales

Fueron los arroyos diáfanos y soberbios, quien lavaron vuestras carnes, hundiendo los huesos, lavaron todo como quien lava un cuero teñido.

El agua se oscureció, llevaba mucho consigo, ese arrollo tenia vida, ahora si sabia que sus aguas podían ser mansas y tibias.

Pero saltamontes, vosotros sois el centro que abraza el pasado que dejó el cazador furtivo, EL TIEMPO; Sintieron vuestra piel volverse el velo que cubre
vuestros cueros limpios.